Comienza la temporada de resultados y ayer al cierre de mercado conocimos los de una de las principales marcas de ropa deportiva, Adidas, que tras su larga travesía por el desierto en los últimos años parece que empieza a ver la luz.
La compañía mejoró sus ventas en un 11% (sin tener en cuenta el efecto divisa) hasta los 5.822 millones €, excluyendo las ventas de la línea Yeezy, la mejora es aún mayor, hasta el 16%.
El margen bruto se mantuvo en el 50.8% (frente al 50.9% del año pasado), aunque la comparativa con respecto al año pasado es negativa por el efecto de las menores ventas del negocio ligado a la línea de Yeezy, si nos abstraemos de este efecto la mejora es relevante gracias a unos menores costes de las materias primas y más favorable mix de ventas.
Por lo anterior y el buen momento actual que aprecia la compañía, han mejorado por segunda vez este año las guías para el conjunto del año, de manera que esperan un incremento de las ventas a una tasa de cerca del 10% con un beneficio esperado de cerca de 1.000 millones frente a los 700 millones esperados previamente.
Los resultados han sido muy bien acogidos por el mercado y suben más de un 4%, alcanzando máximos desde 2022. Unos resultados que sin duda vendrán bien al sector en su conjunto tras el mal sabor de boca que ha dejado Nike últimamente.