Hoy hemos conocido que Microsoft va a comprar Activision Blizzard, la compañía desarrolladora de videojuegos por un total de 68,7 mil millones de dólares. Esto supone pagar una prima del 45% sobre el precio de mercado en la sesión del viernes. Como consecuencia de esto, sus inversores han visto como sus acciones se revalorizan hoy más de un 30%. Pero no solo ellos, sino también competidores como Electronic Arts, la cual tenemos en cartera, está viendo subir su capitalización cerca de un 10%.
No es ninguna sorpresa que Microsoft haya adquirido esta empresa. Por un lado, su exposición en el sector de los videojuegos no es nueva. Cuenta con la consola Xbox, que compite directamente con la Playstation de Sony y participa también en el sector a través de periféricos enfocados al gaming. Por otro lado, Activision Blizzard llevaba una muy mala racha desde mediados del año pasado, pasando de marcar un máximo por encima de los 95 dólares por acción a cotizar por debajo de 60 dólares por acción. Este tipo de “descuentos” despiertan el interés de grandes compañías como Microsoft quien simplemente ha pagado con algo de dinero que le sobraba en caja.
Los motivos detrás de esta adquisición parecen claros. Microsoft quiere aprovecharse del auge de los videojuegos y quien mejor que una empresa consolidada y con juegos de renombre como World of Warcraft o Call of Duty. Además, esta adquisición coincide con la reciente salida de New World, un videojuego desarrollado por Amazon y que trata de hacerle la competencia a World of Warcraft. Por su parte, los accionistas de Microsoft no parecen estar prestando especial atención a esta noticia. Actualmente sus acciones caen un 1,50% arrastrado por el sector tecnológico que hoy cae, de media, un 1,90%.
Sin duda los retos que Microsoft tiene por delante son varios. La incesante creciente competencia en el mundo de los videojuegos ha hecho que los jugadores de sus dos principales juegos: World of Warcraft y Call of Duty, se disipen y migren a otros juegos como League of Legends o Fortnite respectivamente. Habrá que ver si la empresa tiene planes para relanzar de nuevo estos dos juegos de renombre o si simplemente busca aprovecharse de las rentas que estos juegos aún generan.